La respuesta política en la DANA de Valencia: Jugar al "Blame Game"

La respuesta política en la DANA de Valencia: Jugar al "Blame Game"
¿Es tan inexplicable la respuesta política dada ante un desastre natural como el de Valencia?

En momentos de crisis, como la reciente DANA que afectó a la Comunidad Valenciana, los gobiernos se ven bajo presión para reaccionar rápida y eficazmente. Sin embargo, también suele emerger otro fenómeno: el “juego de la culpa” o blame game, donde las partes responsables buscan eludir o redistribuir la responsabilidad para evitar el desgaste público.

¿Qué priorizan entonces nuestros políticos?

Antes de nada empecemos por explicar qué es eso "del juego de la culpa". Existe un libro llamado "The Blame Game: Spin, Bureaucracy, and Self-Preservation in Government" donde Christopher Hood explica estrategias para la evasión de la culpa, manipulación de la opinión con el fin de la conservación del Estado.

Hood argumenta que la asignación de culpas es una práctica común y muchas veces inevitable en la política y la administración pública. Cuando algo sale mal, es natural buscar culpables, pero este juego tiene profundas consecuencias en cómo se toman decisiones, en la eficacia y eficiencia de los gobiernos.

El impacto en la gestión pública y en los ciudadanos

La asignación de culpas puede crear un sistema de gobierno más defensivo y menos eficiente. Hood plantea que este enfoque lleva a que la burocracia se oriente más hacia la protección de sus propios intereses y a evitar posibles daños a su reputación que a lograr resultados efectivos para la ciudadanía. Los recursos y esfuerzos se redirigen hacia la defensa y la justificación en lugar de la resolución de problemas.

La cultura del encubrimiento y la falta de responsabilidad

Hood critica cómo el juego de la culpa crea una cultura organizativa en la que los individuos y organizaciones se vuelven expertos en técnicas de encubrimiento y en la transferencia de culpa. Esto conlleva una falta de responsabilidad real, ya que pocos asumen directamente las consecuencias de las decisiones equivocadas, lo que afecta la transparencia y confianza en los sistemas de gobernanza.

¿Están usando entonces en Valencia el "juego de las culpas? Veámoslo

Hood identifica tres estrategias principales en la asignación de culpas en la política, que pueden resumirse en tres tipos:

1. Estrategia de "culpa hacia arriba" (Blame up)

Generalitat Valenciana: El presidente Carlos Mazón solicitó la incorporación de siete ministros del Gobierno central en los grupos de respuesta inmediata para abordar la emergencia. Esta acción puede interpretarse como un intento de compartir la responsabilidad con niveles superiores de gobierno, sugiriendo que la magnitud del desastre requiere intervención nacional.

2. Estrategia de "culpa hacia abajo" (Blame down)

Gobierno central: El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Transportes, Óscar Puente, enfatizaron la necesidad de colaboración y coordinación con la Generalitat Valenciana, descartando que el Gobierno central asuma el control total de la gestión. Esta postura puede interpretarse como una delegación de responsabilidad hacia las autoridades locales, indicando que la gestión primaria recae en la comunidad autónoma.

3. Estrategia de "culpa oculta" (Blame cover)

Ambas administraciones: Se han observado críticas mutuas sobre la gestión de la crisis. El Gobierno central ha señalado errores en la respuesta inicial de la Generalitat, mientras que la Generalitat ha solicitado más recursos y apoyo del Gobierno central. Estas interacciones pueden reflejar intentos de ambas partes por minimizar su propia responsabilidad y desviar la atención hacia la otra entidad.

El desastre natural de la DANA que azotó la Comunidad Valenciana es un ejemplo revelador de cómo el Gobierno de España y la Generalitat de Valencia han empleado, de una u otra forma, los principios del juego de la culpa para manejar la crisis y sus implicaciones políticas.

Impacto en la gestión pública y en los ciudadanos

La asignación de culpas entre las administraciones genera confusión y retrasos en la implementación de medidas efectivas para los afectados. Los ciudadanos lo que terminamos percibiendo es una falta de coordinación y eficiencia, lo que disminuye la confianza en las instituciones públicas.

La ausencia de una asunción clara de responsabilidades por parte de las autoridades fomenta una cultura de encubrimiento, donde las decisiones y acciones no se transparentan adecuadamente, dificultando, de ese modo, la rendición de cuentas.

En resumen, la respuesta al desastre de la DANA en la Comunidad Valenciana ha puesto de manifiesto la aplicación de las estrategias de asignación de culpas descritas por Hood.

¿Qué podemos hacer nosotros como ciudadanos entonces?

Sobre el papel de la ciudadanía en este juego de la culpa, Hood sugiere que es fundamental que, en primera instancia, los ciudadanos seamos conscientes de estas dinámicas, con el objetivo de poder demandar mayor transparencia y responsabilidad en la gestión pública.

En lugar de trabajar de manera cohesionada para atender a los afectados, las autoridades involucradas han empleado, y priorizado por encima de cualquier otra cosa, tácticas de “blame up”, “blame down” y “blame cover” para proteger sus imágenes, lo que en última instancia afecta negativamente a los ciudadanos.

Como ciudadanos, podemos adoptar varias estrategias para evidenciar y contrarrestar el uso político del blame game o "juego de la culpa". Al exigir transparencia, responsabilidad y colaboración efectiva, podemos influir para que nuestros representantes se enfoquen en la gestión de las crisis en lugar de evadir responsabilidades. Aquí tienes algunas acciones concretas:

  1. Informarse y comprender las dinámicas del "blame game".
  2. Exigir transparencia y acceso a la información.
  3. Utilizar las redes sociales para visibilizar la manipulación.
  4. Pedir a los representantes locales que publiquen reportes detallados sobre sus acciones y decisiones durante la gestión de la crisis.

Lo que queda demostrado es que como ciudadanos tenemos que darnos cuenta que ante la necesidad de ayuda ante este tipo de desastres o situaciones, los políticos que tenemos han priorizado, y van a priorizar siempre, este "Blame game" antes que proveernos de ayuda. Por tanto,

¿Eso que llamamos Estado es concebido y está diseñado para nosotros?
¿Es verdad eso que dicen de que "El Estado somos todos"?

Los políticos siempre priorizarán ese mantenimiento del poder y del Estado, a toda costa. Aquello para lo que fueron diseñados. Nunca una respuesta rápida y eficaz para ayudar, ni ante un desastre del calibre de lo vivido en Valencia.

Y como hemos visto, tienen sus sistemas diseñados que siguen al pie de la letra.